Wilson Academy. Una escuela de Katmadu

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El pasado viernes por la mañana, visitamos el Wilson Academy, el colegio en el que tenemos escolarizados a cinco menores de Bal Mandir.

Los alumnos y alumnas del Instituto de Educación Secundaria "Valle del Saja", de Cabezón de la Sal (Cantabria), decidieron a principios del año pasado, hacerse cargo de los gastos que implicaría escolarizar a uno de los menores de Bal Mandir en un colegio con alojamiento interno, de manera que recibiera una buena educación, y no tuviese que regresar al orfanato, excepto en los periodos vacacionales. Elegimos a Sudeep Magar dejándonos llevar por nuestra intuición, porque en realidad no tuvimos acceso a los expedientes académicos de cada uno de los menores que habitan Bal Mandir. Sudeep nos parecía inteligente, atento, cariñoso y educado. Además, tenía un extraordinario talento para el dibujo. Los estudiantes del mencionado Instituto recaudaron el dinero suficiente para escolarizarle, durante el curso 2008-2009, en el Wilson Academy.

En primavera de este año, volvieron a organizar actividades recaudatorias, y esta vez reunieron dinero suficiente para pagar los gastos de escolarización en régimen interno de Sudeep, y de tres menores más. En Nepal el curso académico 2009-2010 empezó hacia finales de marzo. Nuevamente tuvimos que guiarnos por nuestra intuición a la hora de seleccionar a los niños o niñas que enviaríamos al Wilson Academy, porque seguíamos sin tener acceso a su historial. Esta vez fijamos nuestra atención en Subas, un buen amigo de Sudeep; y en Susmita y Samjhana, dos niñas que siempre nos han llamado la atención por el modo en que cuidan de los más pequeños del orfanato. Como también teníamos dinero que habían aportado algunos amigos españoles, decidimos incluir en la lista a Puja, una niña muy alegre, que siempre ha participado con mucho entusiasmo en todas nuestras actividades. No obstante, somos conscientes de que cualquiera de los doscientos niños y niñas que habitan Bal Mandir, merecería una escolarización de calidad, y un alojamiento digno; pero nuestros recursos son limitados, aunque esperamos poder ir extendiendo este tipo de ayudas a otros menores.

El pasado viernes ha sido la primera vez que visitamos el Wilson Academy, y lo cierto es que nos ha causado buena impresión. Es un lugar muy humilde y austero, pero está limpio y resulta luminoso y alegre. El director del colegio, y los profesores y profesoras que saludamos, nos parecieron amables. Nos gustó comprobar que había pocos niños en cada aula, unos quince, algo que aquí no es muy habitual, porque las clases suelen estar abarrotadas. Sudeep, y los demás, parecían alegres. Les hicimos protagonistas por un rato, puesto que entrábamos en cada aula buscándoles, y cuando les encontrábamos, les saludábamos, y con permiso de la profesora, les fotografiábamos. Ser huérfano, en esta ocasión, fue un motivo de discriminación positiva.

También visitamos el comedor, la cocina y las habitaciones. Todo ello nos pareció limpio y adecuado, especialmente si lo comparamos con las condiciones de vida que estos niños tenían en Bal Mandir. Kalpana nos acompañó en la visita, porque ella también estudió durante unos años en este colegio. A ella le hemos encargado que, cuando Sudeep, Subas, Susmita, Samjhana y Puja regresen al orfanato, posiblemente mañana, les pregunte en privado cómo se sienten en el Wilson Academy.

José Luis Gutiérrez

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