Bal Mandir: Keshab y Janak vuelven al colegio

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A principios de esta semana, nuestra amiga Blanqui, de Cabezón de la Sal, nos escribió diciendo que unos amigos suyos de Castro Urdiales deseaban asumir los gastos de escolarización, en régimen de alojamiento interno, de algún niño o niña de Bal Mandir. Inmediatamente hablamos con Kalpana, y le pedimos que ese día, en lugar de colaborar en nuestras actividades creativas, dedicase todo el tiempo necesario para averiguar quién, de todos los habitantes del orfanato, estaba más necesitado de ayuda al respecto.

Nadie mejor que Kalpana para este tipo de indagaciones, puesto que ha vivido en Bal Mandir desde que fue abandonada, con unos tres años de edad, hasta los dieciséis, cuando fue enviada a la NGCC, donde vive actualmente. Ahora tiene 19 años. Tres horas hablando con unos y otros, con las cuidadoras, con las niñas más mayores del orfanato y con los pequeños, fueron suficientes para que Kalpana nos diera el nombre del que consideraba que se encontraba en peor situación de escolarización: un niño de diez años de edad llamado Keshab.

Inmediatamente supimos a quién se refería, porque Keshab ha sido uno de los más participativos en nuestras actividades, y además, desde el primer día nos llamó la atención lo bien que dibujaba. No obstante, Kalpana nos dio información detallada del menor en cuestión. Keshab llegó a Bal Mandir hace cinco meses Hasta ese momento, vivía con una hermana mayor y con un tío abuelo en un pueblo alejado de Kathmandu. La difícil situación económica de la familia hizo que le tuvieran que sacar del colegio, cuando estaba en cuarto curso, y poco después le tuvieron que llevar a Bal Mandir.

Keshab dice que le gusta mucho estudiar e ir al colegio, pero en Bal Mandir no le tienen escolarizado. Cada mañana se queda en el Kinder Garden (la guardería) del orfanato con los niños más pequeños. Dice que cuando ve que los demás niños y niñas de su edad se van al colegio en autobús, desde Bal Mandir, él se queda llorando, al no entender por qué no puede ir a la escuela como los demás. Keshab es un chico muy educado. Dice que de mayor quiere ser médico.

Kalpana nos aportó el nombre de un segundo niño, llamado Janak, de seis años de edad que, al igual que Keshab, hace cinco meses que ingresó en Bal Mandir y, como él, todavía está sin escolarizar. Keshab y Janak son los niños de Bal Mandir de más edad, que todavía no van a la escuela. Después de analizar la detallada información que nos proporcionó Kalpana, tras calcular el dinero aportado por otros amigos, y deducir que podríamos asumir también el gasto de Janak, fuimos a hablar con el director del orfanato, y le propusimos becar a estos dos niños, en una escuela llamada New Shrine, que ofrece alojamiento interno para los alumnos cuyas familias lo solicitan, similar al Wilson Academy. New Shrine es una escuela que nos han recomendado encarecidamente varias chicas y chicos ex Bal Mandir.

El director estuvo de acuerdo en becar a Keshab y a Janak, aunque trató de justificar la no escolarización de ambos, aduciendo que llevaban poco tiempo en Bal Mandir. También me recordó la gravísima crisis económica que padece el orfanato, por la que las cuidadoras, el cocinero y otros empleados, llevan ya cinco meses sin cobrar el salario. Él espera que las adopciones internacionales se reabran muy pronto, y la economía de la institución se pueda recuperar.

Viendo que nuestra propuesta era bien acogida, y que el director incluso se mostró de acuerdo en la elección del colegio, le pedimos que hiciera todo lo posible para que estos dos niños iniciaran su escolarización al terminar las vacaciones del Dashain, aún a sabiendas de que los resultados académicos no serán buenos, puesto que el curso empezó en marzo. Al día siguiente supimos que no había ningún problema en ingresarles en el New Shrine en cuanto finalicen las vacaciones. En ese momento, les harán un examen de nivel para determinar qué curso les corresponde, conforme a su nivel académico; con toda seguridad cursos inferiores a los que les pertenecerían por su edad. El director de Bal Mandir nos advirtió de que el hecho de que Keshab afirme que se encontraba en cuarto curso cuando le sacaron del colegio, no es significativo, puesto que el nivel en las escuelas de los pueblos es inferior al de colegios de Kathmandu como el Wilson Academy o el New Shrine.

En cuanto hemos tenido confirmación de todas las partes, de que esta idea se puede llevar adelante, se lo hemos comunicado a Keshab y a Janak, e inmediatamente se les ha iluminado el rostro con una formidable sonrisa, y nos han dado las gracias. Les hemos explicado que trasladaríamos su agradecimiento a los amigos y amigas de España que están haciendo un importante esfuerzo económico para que esto se haga realidad.

José Luis Gutiérrez

Kathmandu, 27 de septiembre de 2009