Boletín de primavera, 2011
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TEXTOS ÁRABES:
Dejad de prender fuego a pergaminos y papeles,
y mostrad vuestra ciencia para que se vea quien es el que sabe.
Y es que aunque queméis el papel
nunca quemaréis lo que contiene,
puesto que en mi interior lo llevo,
viaja siempre conmigo cuando cabalgo,
conmigo duerme cuando descanso,
y en mi tumba será enterrado luego.
Ibn Hazm (Córdoba 994, Huelva 1064)
Elegía amorosa en la poesía preislámica: frente a las huellas del campamento de la tribu de la amada, el poeta recuerda los momentos felices que pasó con ella antes de la separación forzosa. En su poesía describe a su amada con abundantes metáforas, comparándola con el medio natural que le rodea, lleno para él de absoluta perfección (dunas, gacelas).
Así describe el poeta An-Nabiga a su amada:
Ella te miraba con los ojos negros de una gacela domesticada
que llevase puesto un collar;
su piel es mate como el oro puro, y su cuerpo perfecto
es como una rama cimbreante;
su vientre ofrece una delicada curva y su escote
se hincha con un seno orgulloso;
Amor
Porque el amor es nube, sobre mí,
y torrentes, debajo.
Y me hunde los pies,
o me cae cual diluvio.
Como una ciudad, como una tribu,
me envuelve la pasión;
encuentra la nostalgia
su albergue y su descanso
aquí en mi corazón.
Y en torno mío, tan sólo,
hay vientos circulando.
Abu Nuwas (Irán 747, Bagdad 815)