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Boletín de primavera, 2011


BIBLIOTECA IES LA GRANJA, HERAS.
 
 

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Boletín de primavera, 2011,
 
… dedicado al Mundo Árabe
 
(Selección de AnaI Martínez y Valiente)
 
 
 
 
 
 
 
Mantente libre de las reglas de todas las diversas sendas. Sé el guía de todos los viajeros.
El Núcleo del Núcleo, de Ibn Aràbi


Bibliografía:
 
Juvenil:
LA ESCUELA VACÍA. Tahar Ben Jelloum. Barcelona: RBA Libros, 2003. Autor de estupendos ensayos sobre el racismo, Jelloum nos cuenta la historia de un maestro novato que encuentra su nueva escuela vacía porque sus alumnos tienen que ir a trabajar a una fábrica cercana. Gran interés pedagógico.
 
ANTOLOGÍAS:
 
-         CUENTOS AFRICANOS. Henri Gougaud. Salamanca: Ediciones Sígueme, 2003.
-         EL LIBRO DE LOS CUENTOS DEL MUNDO. Historias y leyendas mágicas que se cuentan todas las noches en los cinco continentes. Barcelona: RBA Libros, 2001.
-         LOS CUENTOS DE LA ESFINGE. Una antología de autores de todo el mundo. Madrid: Ediciones Siruela, 2003.
-         CUENTOS DE ORIENTE PARA NIÑOS DE OCCIDENTE. Madrid: Editorial SUFI, 1997.
 
 
 
Bibliografía para adultos:
 
-         Época de migración al Norte, Tayyeh Sáleh. Sudán
-         Sueños en el umbral, Fátima Mernissi. Marruecos
-         El callejón de los milagros, Naguib Mahfuz. Egipto
-         Nawal el Saadawi, La mujer que buscaba. Ed. Martínez Roca. Egipto
-         Mujeres de arena y mirra, Hanan Al-Shaykh. Líbano
-         Grande es la prisión, Assia Djebar. Argelia
-         Ira Divina, José Rodrigues Dos Santos. Roca Editorial
-         Enciclopedia del Islam, Emilio Galindo Aguilar. Darek-Nyumba. Madrid, 2004
-         Orientalismo, Edward W. Said
-         Cultura e imperialismo, Edward W. Said
-         Identidades asesinas, Amin Maaluf
-         El collar de la paloma, Ibn Hazm de Córdoba


TEXTOS  ÁRABES:
 
Dejad de prender fuego a pergaminos y papeles,
y mostrad vuestra ciencia para que se vea quien es el que sabe.
Y es que aunque queméis el papel
nunca quemaréis lo que contiene,
puesto que en mi interior lo llevo,
viaja siempre conmigo cuando cabalgo,
conmigo duerme cuando descanso,
y en mi tumba será enterrado luego.
Ibn Hazm (Córdoba 994, Huelva 1064)
 
Elegía amorosa en la poesía preislámica: frente a las huellas del campamento de la tribu de la amada, el poeta recuerda los momentos felices que pasó con ella antes de la separación forzosa. En su poesía describe a su amada con abundantes metáforas, comparándola con el medio natural que le rodea, lleno para él de absoluta perfección (dunas, gacelas).
 Así describe el poeta An-Nabiga a su amada:
     Ella te miraba con los ojos negros de una gacela domesticada
     que llevase puesto un collar;
     su piel es mate como el oro puro, y su cuerpo perfecto
     es como una rama cimbreante;
     su vientre ofrece una delicada curva y su escote
     se hincha con un seno orgulloso;
 
 
 
Amor
 
Porque el amor es nube, sobre mí,
y torrentes, debajo.
Y me hunde los pies,
o me cae cual diluvio.
Como una ciudad, como una tribu,
me envuelve la pasión;
encuentra la nostalgia
su albergue y su descanso
aquí en mi corazón.
Y en torno mío, tan sólo,
hay vientos circulando.
Abu Nuwas (Irán 747, Bagdad 815)


Ecos autobiográficos, Nagib Mahfuz:
 
DESEO
Con apenas siete años deseé la revolución.
Iba una mañana a la escuela custodiado por la criada. Caminaba como quien es conducido a la cárcel. Un cuaderno en mis manos y desánimo en mis ojos, en mi corazón nostalgia por el desorden y el tiempo frío mordiendo mis piernas casi desnudas debajo de los pantalones cortos. Encontramos la escuela cerrada mientras el conserje decía en voz alta:
- A causa de las manifestaciones hoy tampoco hay clase.
Me invadió una oleada de alegría que me transportó hasta la playa de la felicidad.
¡Y de todo corazón imploré a Dios que la revolución durase eternamente!
ELEGÍA
Tuvimos el primer encuentro con la muerte al fallecer mi abuela.
La muerte todavía era una novedad, no me era familiar, era como un transeúnte en el camino.
Por tradición yo sabía que era una prescripción inevitable y mi percepción real de ella era lejana, lejos del cielo terrenal. Así la muerte me arrebató mi tranquilidad y logró entrometerse de improviso entre nosotros hasta aquella habitación en la que se me habían contado los más hermosos cuentos.
Me vi pequeño como quien mira a un gigante, su respiración se reproducía en todas las habitaciones, cada persona la recordaba y la mencionaba.
Cansado de ser perseguido me refugié en mi cuarto para disfrutar de unos minutos de soledad y calma, cuando la puerta se abrió y entró la hermosa de larga y negra trenza, y susurró con ternura:
-No te quedes solo.
En mi interior estalló una agitación súbita atraída por la violencia y sedienta de locura. Cogí su mano y la atraje hasta mi pecho sacudido por la tristeza y el miedo.
 
La casa de un búho en Damasco, Gada Zamman (escritora libanesa). Bailar con los búhos, Beirut 2003:
Siempre recuerdo la primera manzana de la inocencia en mi casa de piedra en Damasco. Mi casa con sus piedras, la serpiente que respiraba en las sombras de la noche y suspiraba en secreto sin que sólo fuera oída por sus dos habitantes y por el corazón y el oído de las paredes. Recuerdo que las paredes de la casa sollozaron muchas noches mi partida de Damasco. Sólo ellas sabían que yo no volvería. Su voz era el llanto de la especie de los búhos.


CADÁVERES ANÓNIMOS  (Homenaje a las víctimas de Gaza)
 
Cadáveres anónimos.
Ningún olvido los reúne,
ningún recuerdo los separa...
Olvidados en la hierba invernal
sobre la vía pública,
entre dos largos relatos de bravura
y sufrimiento.
“¡Yo soy la víctima!”. “¡No, yo soy
la única víctima!”. Ellos no replicaron:
“Una víctima no mata a otra.
Y en esta historia hay un asesino
y una víctima”. Eran niños,
recogían la nieve de los cipreses de Cristo
y jugaban con los ángeles porque tenían
la misma edad..., huían de la escuela
para escapar de las matemáticas
y la antigua poesía heroica. En las barreras,
jugaban con los soldados
al juego inocente de la muerte.
No les decían: dejad los fusiles
y abrid las rutas para que la mariposa encuentre
a su madre cerca de la mañana,
para que volemos con la mariposa
fuera de los sueños, porque los sueños son estrechos
para nuestras puertas. Eran niños,
jugaban e inventaban un cuento para la rosa roja
bajo la nieve, detrás de dos largos relatos
de bravura y sufrimiento.
Luego escapaban con los ángeles pequeños
hacia un cielo límpido.
La ta´tadhir ´ammâ fa´alta (No pidas perdón) (2004), Mahmud Darwish (1942-2008)
EL CAIRO MÁS LITERARIO Y DESPIADADO. Jacinto Antón, El País, 02/05/2007

El escritor Alaa al Aswany rompe tabúes en la sociedad egipcia con 'El edificio Yacobián'
Este hombre corpulento pero de maneras suaves y carácter extraordinariamente amistoso, que no encuentra la manera de hacer una pausa en la conversación para salir a fumarse el tan deseado cigarrillo, ha provocado un terremoto literario y social en su país. Alaa al Aswany (El Cairo, 1957) es el autor de El edificio Yacobián (editado en castellano por Maeva y en catalán por Edicions de 1984), una contundente novela (y un exitazo editorial) que ha sacudido la sociedad egipcia por su sincero retrato, en el que se rompen tabúes y se detalla sin tapujos la corrupción, el sexo, la represión policial, la miseria, el fanatismo y la hipocresía moral y religiosa. A través de las vidas de una serie de personajes que residen en un inmueble cairota -el edificio del título-, unos en cómodos apartamentos burgueses y otros en viviendas lumpen en el tejado, Al Aswany disecciona el Egipto moderno y pone en evidencia sus males endémicos. Su dibujo de El Cairo es sensacional y todo amante de la ciudad disfrutará con su impagable descripción. "El Cairo es una ciudad muy literaria", dice el escritor. "Además, cuando una sociedad tiene problemas reales y graves y se halla en un momento delicado y convulso, usualmente es un muy buen marco narrativo. Rusia produjo algunas de sus más grandes novelas en el periodo prerrevolucionario. El Cairo actual es tan buen escenario literario como aquél".
"Me gusta la imagen de que el novelista es como el titiritero de un guiñol; ha de permanecer siempre oculto, y si lo ves, se destruye el espectáculo"
"La falta de democracia en Egipto es la enfermedad; corrupción, pobreza y fanatismo son las complicaciones de esa enfermedad"
La novela de Al Aswany, con más de cien mil ejemplares vendidos y traducida a 19 idiomas, ha llegado al cine - en una costosa producción, para los egipcios, de tres millones de dólares- y el año pasado se estrenó en Egipto. "Marco distancias con la película, que es buena y leal a la novela aunque con cierto aspecto de soap opera. Ha tenido gran éxito y también ha provocado controversia, por parte del Gobierno, como siempre. Ha sido censurada en varios países árabes, entre ellos Túnez". Entre los personajes del edificio figuran Zaki Bey, un hedonista alcohólico, cosmopolita y mujeriego que echa pestes de Nasser y la revolución del 52 y suspira por los viejos tiempos del Club Gezira; Busayna Sayed, una joven dependienta desilusionada que se deja manosear por su jefe a cambio de unos billetes; el culto y homosexual Hatem Rachid, periodista que se dedica a depredar en los bares de alterne gay; Hagg Ezzam, corrupto empresario miembro del Parlamento por el partido en el poder involucrado en el tráfico de drogas, y Taha Shazli, el hijo del portero, que tras ver rechazado su ingreso en la policía se hace militante islámico radical, es detenido, torturado y violado y acaba de terrorista.
La mirada de Al Aswany, admirador de Gabriel García Márquez y del Cuarteto de Alejandría, es a la vez implacable y tierna. Esa mirada, y la deslumbrante facilidad, digna de Taha Hussein, que tiene para describir a gente tan variopinta no son ajenos a la profesión de Al Aswany: dentista. "Es cierto", ríe, "ayuda mucho a conocer a las personas, y además me permite ser independiente económicamente, algo vital para un escritor en Egipto; nunca he cobrado del Gobierno".
La visión que ofrece El edificio Yacobián es dura y hasta sórdida. "Así es, pero muy a menudo en mi país la realidad no es agradable". Sorprende la agitada vida sexual de los personajes. "No sólo en Egipto", ríe el novelista, "la gente es así en todas partes, el sexo se usa para muchas cosas aparte del placer, es esencial para la gente y por tanto lo es también para el novelista". Hombre, para serle sincero, creíamos que eran más mojigatos: la religiosidad, el obligado decoro de las mujeres. "Eso es culpa de la mirada turística. Siempre hay una diferencia entre la imagen y la realidad en una dictadura. En una dictadura siempre se ofrece una imagen gris e hipócrita. Sólo en democracia puede mostrar la gente su imagen real. No es un problema del carácter egipcio, sino de las sociedades árabes bajo dictaduras". Al Aswany utiliza con soltura la palabra dictadura. "¿Le sorprende? Democracia no es un adjetivo como belleza para una mujer. La hay o no la hay. Existe un criterio muy determinado para decir si un régimen es democrático o no. Si hay elecciones libres, respeto a los derechos humanos, si no hay detenidos sin juicio... Aplique estas condiciones a Egipto y saque consecuencias". El autor admite que esa sorprendente franqueza le ha causado problemas en su país, "aunque mínimos, nada comparado con los de la gente que han sido detenidos y torturados".
Al Aswany considera que los males de Egipto son consecuencia de la falta de democracia. "Tengo una mirada médica sobre eso: la falta de democracia es la enfermedad y lo otro, la corrupción, la pobreza, el fanatismo, son las complicaciones de esa enfermedad, resultado de decisiones equivocadas en el tratamiento. En mi novela, el personaje de Taha muestra cómo alguien llega a terrorista: no nace sino que se crea a base de injusticias y humillaciones". La cruda forma en que describe las torturas y vejaciones del joven en comisaría -sodomizado diez veces- hace raro que las autoridades dejen tranquilo a Al Aswany. Por otro lado, a los fundamentalistas no les debe hacer gracia su mirada escéptica de la población egipcia (por no hablar del corrupto sheikh que trata de justificar un aborto con argumentos religiosos). "Creo que el problema me vendrá al final del Gobierno, no del fanatismo religioso, aunque mi última novela, Chicago, aparecida en Egipto en enero, me ha deparado insultos desde ese sector".
Sea como fuere, el novelista, que dice que no está preocupado por su seguridad cuando se le recuerda el acuchillamiento de su admirado Naguib Mahfuz, subraya que el pueblo egipcio es más tolerante de lo que parece. "Hemos convivido con todo tipo de gente y la historia nos ha hecho muy flexibles". El edificio Yacobián, esa mezcla de 13 Rue del Percebe y Arriba y abajo en versión literaria y cairota, parece una metáfora de la sociedad egipcia. "Puede verse así, pero no lo escribí pensando en ello. Cuando escribo novelas tengo claro que es eso lo que hago y cuando quiero hablar de política escribo artículos. Mi motivación era diferente en El edificio Yacobián, dar vida a unos personajes y seguirles. Eso, claro, lleva a presentar defectos de la sociedad y la política, pero no es el objetivo". Pese a que algún personaje, especialmente Zaki, expresa ideas muy parecidas a las suyas, Al Aswany subraya que no describe su opinión en la novela. "Me gusta la imagen de que el novelista es como el titiritero de un guiñol, ha de permanecer siempre oculto del público y si lo ves se destruye el espectáculo".


EL ALMA LITERARIA DE EGIPTO. Ramón Lobo,  El País,  3 de Febrero 2011
Todas las sociedades son complejas vistas desde el desconocimiento o, peor, desde el estereotipo. Egipto es un sociedad-cebolla, protegida por multitud de capas: Nilo, Mediterráneo, desierto, árabe, África, Islam, coptos, Suez, heterodoxias cristianas y musulmanas, pobreza, analfabetismo, grandes escritores, orgullo de una civilización desaparecida que dejó sus atributos de poder más allá de la visión de las pirámides.
Cuando estalla una guerra o una revuelta -el tiempo dirá si esta asciende a revolución-, la realidad se distorsiona. En tiempos de distorsión hay que leer libros que explican. Existen muchos y muy buenos. Aunque en esta lista hay dos del otro bando, prefiero la ficción, la invención literaria, pues desde esa perspectiva se explica mucho mejor lo que sucede y por qué sucede. Como toda lista personal habrá ausencias, olvidos y desconocimientos inaceptables que los comentarios de los lectores sabrán corregir y completar:
 
-Naguib Mahfuz (1991-2006). Premio Nóbel en 1988. Autor de numerosos libros. El más conocido es El callejón de los milagros, en el que desde un sórdido rincón de la ciudad, el callejón Midaq que huele a especias, crea un universo con vida propia, como sucede en las obras maestras. También es esencial su Triología del Cairo.
 
-Albert Cossery: Los colores de la infamia y La violencia y la burla. Fue un excéntrico: nunca necesitó nada. "¿Para qué? Me basta mi habitación de hotel", respondió en la entrevista que he vinculado.
 
-Alaa Al Aswany. El edificio Yacobián. La mejor novela de los últimos años. Un inmueble como escenario de todos los Egiptos, los cronológicos y los estructurales. Se mueve entre la desesperanza de los jóvenes sin futuro, la pobreza y la corrupción.
 
-Khaled Al Khamissi. Taxi. Se trata de 58 relatos breves obtenidos de la experiencia del autor en sus viajes en taxi por el Cairo, una ciudad caótica en la que sus conductores cuentan con una merecida fama de exquisitos temerarios capaces de pelear el espacio sin colisionar.
 
-Los árabes de Eugene Rogan. Según Javier Valenzuela, se trata de la obra maestra, el mejor instrumento para comprender a los grandes desconocidos, los árabes, un pueblo al que juzgamos desde los prejuicios coloniales y el miedo al diferente.
 
-Taha Hussein. Uno de los intelectuales egipcios más influyentes del siglo XX. Fue el introductor del racionalismo en su país. Su obra más prominente se titula Los días.
Dos de no ficción, en inglés, que explican la época que se resiste a morir.
 
-Nasser: A Political Biography (Pelican). Robert Stephens.
 
-Egypt in the Era of Hosni Mubarak: 1981-2010 de Amin Galal. (American University in Cairo Press, 2011).
Además, un regalo: Om Kalthoum, la gran dama de la música egipcia, escuchada desde el Mar Rojo al Mediterráneo.
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